03 agosto 2006

PRD y Andrés Manuel López Obrador


Personaje que es más fácil comprender sólo a través de los extremos.

1. Lo bueno que tiene es ese evidente apasionamiento por la justicia social que fácilmente contagia. Es un tipo bravo, difícil de someter, que conoce al país y que lucha hasta la muerte por lo que él cree. En su campaña demostró lo comprometido que está con su visión de una sociedad modelo, supo esquivar golpes bajos lanzados desde instancias de gobierno a lado de sus partidarios, ya sea del PRD o gente común.

Lo que más llamó mi atención de su campaña fueron dos propuestas: la insistencia en el ahorro y la negativa a “mexicanizar” la economía del país.

Lo primero está fundamentado en que el mismo país puede generar menos gastos y mucho más ahorro al bajar los sueldos de los funcionarios además de ir directamente contra las pensiones a los ex presidentes y todos esos beneficios a los que tienen derecho como una seguridad costosa, fuero vitalicio (que teóricamente no tienen pero en la práctica sí), guardaespaldas, etc. Él dice que mediante un plan de ahorro, con medidas austeras en lo simple e inmediato (como los vehículos de los funcionarios, sueldos y pequeñeces que a la larga son enormidades (papelería, lujos personales, mensajería y demás)) se puede lograr disminuir el gasto y con el dinero ahorrado implementar sus planes sociales con respecto a (odio este eufemismo) los adultos mayores, las madres solteras, los pobres pobres pobres, pues.

Con respecto a lo segundo, declaró varias veces que nunca ha querido que este país deje de tener inversión extranjera ni pelearse con empresarios y banqueros, sólo que se puede intentar que el mismo país genere los suficientes recursos como para tener, lo menos posible, manos extranjeras en la economía, no por chauvinista sino para que el dinero se quede en México. Creo que su visión no es tan radical como un sin fin de medios nos querían hacer creer (o, lo que es peor, como ellos realmente creían): él entiende que existe demasiado capital extranjero en nuestra economía, lo que lleva a estar un poco atados a la conveniencia de esta gente, la cual es “maravillosa” por invertir en nuestro país, pero a la vez lo peor del mundo al llevarse su dinero cuando así lo crean conveniente. Por eso me parece eficaz su visión de, a parte de la inversión extranjera, ahorremos TODOS (evitar los gastos inútiles) para tener nuestro propio dinero fuerte y sólido.

2. Lo malo han sido muchas cosas, sobre todo, de estrategia política. Durante varios años, como nocandidato (cuando, como jefe de gobierno del DF negaba que pretendiera la presidencia) precandidato y candidato, manejó el mismo discurso victimista que, en un país tan telenovelero y falto de autocrítica como éste, siempre será efectivo. Esto lo digo porque cómo no creerle que es la víctima cuando, yo como individuo, sufro acciones similares injustas por parte de figuras de autoridad como los padres, los jefes, o figuras empáticas como mi pareja, los amigos, los compañeros de trabajo, del transporte, o los que me proporcionan servicio como burócratas, meseros, choferes, etc., los cuales siempre hacen cosas que me afectan. La falta de autocrítica es un mal terrible en esta parte del mundo y esto se refleja en todas las esferas, desde el bravucón de la colonia que molesta a todos porque se siente incomprendido (cuando él no se pone a comprender a los demás -él no da para recibir-) hasta el PRD que se queja de que el gobierno federal meta sus sucias manos en las campañas y la incidencia del voto, pero ellos, como gobierno del DF hacen exactamente lo mismo. Como ejemplo está que varias veces el jefe de gobierno ha declarado lo mucho que importa que la resolución final del TRIFE sea la del voto por voto cuando su función es resolver los problemas de la ciudad y no dar su opinión en los temas donde él no tiene nada que ver (obviamente puede darla, digo, también hay un reportero detrás que lo interroga, pero ¡ah qué clase de humanista hubiera sido si, en vez de hacer campaña trifeña, hubiera dicho algo así como “ese no es mi asunto, yo tengo que velar por el bienestar social de esta ciudad”!).

Un problema reciente es que hay plantones sobre las principales avenidas de la ciudad por parte de gente afecta al PRD y el mismo López Obrador que busca justicia en el resultado (sólo posible a través del voto por voto (sic)) provocando que el caos vial, de por sí constante en esta ciudad y sobre todo en zonas como Paseo de la Reforma (una avenida con una historia tan apasionante que ya será tema de otro post) se incremente al grado de la locura, de las mejores ficciones hispanoamericanas, ya que ha habido gente que, en un tramo de media hora (en un día común de mucho tráfico) hicieron tres horas en su carro, además de que los negocios de la zona se ven afectado porque ni siquiera pueden abrir, y el transporte público tienen que desviarse, y en lo que se acostumbran los usuarios, éstos llegan tarde a sus destinos, etc.

Y aquí viene el cuestionamiento moral: es claro que la manifestación pública es un derecho, pero también los conductores tienen derecho a transitar libremente, entonces ¿qué no puede haber un punto conciliatorio entre ambas partes? Pienso por ejemplo en horarios para bloquear y otros para permitir el tránsito, pienso en un plantón sobre las banquetas, no sé.
-Pero al parecer esto no es posible para el jefe de gobierno que declara, embusteramente, que resolverá este problema, que no se quedarán sin su derecho a transitar los conductores, cuando sólo otorga facilidades a los del plantón para que sigan ahí.
-Tampoco importa para el vocero del PRD, Fernández Noroña, quien declara que más valen todos estos sacrificios y días de molestias que un sexenio de incertidumbre, pero ¿y los conductores que no tienen nada que ver?, ¿los comerciantes que lo que más les interesa es su propio negocio?, ¿las minorías que están al margen de todo esto?, ¿ellos no cuentan?, ¿por qué demonios habla en nombre del país?, ¿qué le da derecho a hablar en nombre de un país carajo? (je (chequen una de las notas que ha dado este elegante caballero, humanista y conciente del bien común: clic aquí)).
-Tampoco importa para uno de esos personajes menores que declaró “pues que no se vayan por Reforma, que tomen otras avenidas”.
-Y menos para el ex jefe de gobierno que ya no ve por los intereses de todos (incluyendo a sus antiguos gobernados conductores ciudadanos del DF) sino por lo suyos, bajo palabras como Nación, Fraude, Justicia.

Mi punto es que, con un poco de clase política, podría haber menos afectados. El problema de AMLO y su gente es que no son autocríticos, se quejan de lo que hacen, como si en ellos, por el simple hecho de ser oposición, los exentara del respeto por el otro, cualquier otro, incluso aquel que es completamente distinto a mí. Si Fox le dice públicamente a AMLO “renegado”, ¿qué no es porque éste le dijo “traidor a la democracia”? Sólo un ciego podría dejar de ver la pésima clase política que tiene Vicente Fox y sus allegados, que ha sido desatinado, inocente, ignorante, que ha dado lástima (ja, chequen estos dos links: Borgues y ni los negros...) y por lo mismo ¿no habría sido mejor ignorarlo?, ¿qué se gana, en política, con pleitos de este tipo?, AMLO ya le ha dicho “cállese chachalaca”, y entonces la gente del PAN usa esa declaración para decir que AMLO es un peligro para México, luego AMLO se queja y se victimiza, y para colmo hay gente que le cree y bautiza esto como una “guerra sucia” engendrada desde la maligna cúpula del Estado con fines truculentos dignos de Chiquidrácula, pero ¿qué la gente de AMLO no hizo lo mismo toda la campaña?

Aunque a veces la victimez tenía justificación porque, en Estados Unidos, la imagen de López Obrador está ligada a Hugo Chávez, y creo que una vinculación así es estúpida porque, ahora los antiAMLO hacen lo mismo: creen una truculenta manipulación neosocialcomunista se está gestando desde los confines más oscuros e inexpugnables de América Latina, que quieren joder a los ricos, sólo eso, joderlos porque son los malos de los países, cuando la escoria de países como el mío es esa gente falta de autocrítica, capaz de decir “¿por qué no llegan y matan al naco de AMLO y ya?” o “Pinche Fox quiere hacer más ricos a los ricos”

Ya por último, la gente que rodea a AMLO, son viejos priistas como él, pero no cualquier clase de priistas sino priistas memorables, imposibles de olvido como Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard, Arturo Nuñez, y mi favorito, Manuel Camacho Solis. Él también fue regente de la ciudad en la época salinista. Entre otras linduras, ayudó a quebrar a la Ruta 100 (encargada del transporte público de esta ciudad, ¿alguien recuerda esos camionzotes amarillo con café?) para que pudieran entrar los actuales microbuses y que sus amigos Mariscal (Mariscal Motors, distribuidora de General Motors) dotaran de unidades al gobierno del DF, y no sólo eso, también estas personas estuvieron ligadas a una aseguradora (Havre, Azteca) que aseguraba estas unidades, además de instituciones financieras que permitian financiamiento a particulares para que se hicieran de una unidad y la pusieran a trabajar. El negocio redondo: Vendo las unidades, doy crédito para que me compren los particulares las suyas, y todos los vehículos los tengo asegurados. Claro que desde ahí se ve que no tenían mucha idea de lo que es una aseguradora, en 1994 fue intervenida y declarada en quiebra.

Los residuos del viejo priismo se pueden ver en la creación de grupos sociales siempre listos para mandarlos a la calle a ejercer presión. Grupos como los maestros de Oaxaca, los de Atenco, los frentes populares armados, el CGH, etc. son grupos que a mi me generan sospecha porque siempre andan manifestándose en las calles en todo aquello que el PRD también lo hace desde otros sitios, y eso es la escuela priista sementera, esos dinosaurios que, para no extinguirse, han cambiado de color.

A veces me parece que lo peor de AMLO son sus simpatizantes porque en general me he topado con gente muy violenta cuando de cuestionar un poquito a su ídolo se trata, agresiva con las palabras, inhumana en el sentido de que quieren que uno piense como ellos (¿adoctrinados acaso?), cerrados con respecto a que otras formas pueden ser posibles, reaccionarios en el sentido de que casi siempre argumentan “se quejan de esto, pero Fox lo hizo primero” como si eso fuera un argumento adulto.
Se ha extraviado la madurez, llevaba falda corta y zapatos de charol, blusa beige, ojos abiertos y una banderita blanca en el bolso, como señas particulares cargaba unas lágrimas en la mejilla y tiene un lunar en forma de rombo en el cuello. Si le ha visto favor de comunicarse a Locatel o con su policía local.

Pero aún así sigo confiando en que López Obrador puede estar en el fuego sin quemarse. Su proyecto de gobierno es tan viable y cuestionable como cualquier otro. Ni es un mesías ni es un peligro para la nación. Es sólo un tipo extremista, eficaz en movilizar gente, en ganarse partidarios, algo que vinculo con muchos otros grandes (aunque terribles a la vez) como Hitler o Mussolini que eran capaces de mover masas inmensas, con el puro poder del discurso (si alguien leyó, con esto, que yo pienso que AMLO es un dictador fascista, seguramente le iba mal en la primaria con sus "lecturas de comprensión").

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo un comentario.
Para mi el resultado de que haya gente que apoya a López Obrador es debido a que ya son muchos años de que las mayorias sufren de marginación, económica, cultural, educacional, de sexo, de edad, de oportunidades verdaderas., de justicia equitativa.
Digo las mayorías, por que la gente rica es muy poca comparada con la pobre.
Y al parecer Obrador es la persona que podría llegar a solucionar un poco esto (digo un poco por que la enfermedad ha crecido durante casi 80 años, por lo cual es dificil de extirpar y más de un solo tiron.
Para ser fascista o comunista le falta mucho, solo es un poco extremista, pero a mucha gente le favoreceria esto, pero por supuesto que otros se sentirian perjudicados, pero esto siempre va a ser sea con el sistema de gobierno que sea. (ahora en la actualidad los de Atenco se oponen a la construcción del aereopuerto, por que para ellos su tierra es su unico sustento, lo que les permite medio comer,vestir y calzar, si se las quitan con la miseria de dinero que les den 7.00pesos el metro cuadrado,no les alcanza ni para un año de medio come. La diferencia es que con el gobierno actual y anterior los perjudicados siempre han sido los más necesitados, los más pobres, los indigenas de las sierras. Y con López Obrador se supone que ya no lo serían tanto.
La realidad de lo que pasaría con nosotros por más que se supone, se analize, se estudie no se sabra hasta que no se viva ese regimen.
Lastima que haya muchos interesados en que las cosas no cambien, por que así combiene a sus intereses totalmente particulares.

Xigna dijo...

Pues bien, tu sabes que antes de todo esto yo apoyaba a AMLO, pero poco a poco a partir del supuesto fraude, el vocero y gente del partido (no tanto èl) han hecho una serie de declaraciones bastante estupidas, como hablar en nombre de todos los mexicanos, y decir cosas como: "lo hacemos por el pueblo de mèxico, en pro de la democracia), como si estuvieran haciendo un favor al pais, como si tuviera que agradecersele, ademàs, el hecho de que consideren un fraude inminente, y que no exista ni la mas remota posibilidad de que el PAN haya ganado, habla de mucha terquedad, claro, la elecciòn fue muy cerrada, si Calderòn fuera mas inteligente accederia al recuento voto por voto y asi, su gobierno si es que el fue el que ganò, estaria libre de culpa por asi decirlo.
Las propuestas de AMLO siempre me parecieron buenas, al igual que sus intenciones, desde mi perspectiva creo que hubiera podido ser un buen gobernante, lo ùnico que no me gusta es que se manipule de esa forma, porque en lugar de decir que se hace por la democracia, por el bien de la gente y demas, mejor asumir que lo hacen porque estan en su derecho de hacerlo, a pesar de ocasionar tanto desmadre en la ciudad, eso es mas honesto y tambien mucho mas valiente...en fin, es tema para largo,

saludos

Anónimo dijo...

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