Se dice feliz año nuevo incluso antes de que acabe el viejo, cosa que siempre se me ha hecho incongruente. Yo creo que debería decirse hasta que empieza el año nuevo (y mientras decir feliz final de año) aunque sea hasta tres días después, luego de tantos días de ausencia involuntaria. Sin embargo he aquí estas letras, ahora, de vuelta, las mías, las de ustedes, ese otro siempre vital.
Y este breve poema de Tomás Segovia, propicio para cada primero de enero. Feliz año a todos:

AUSENTE

A veces me parece mientras marcho
Que todo este camino recorrido
Tan largo tan extenso
Tan dormido a lo lejos
Se pone también é calladamente en marcha
Y que avanza a mi lado pero absorto en sus cosas
Derramando en murmullos
Unas cavilaciones que no entiendo
Que son las suyas pero no las mías

Como si ausente yo
Fuera ahora mi vida
La que se pone a meditar en mí.