Lunes, al amanecer
Finalmente hoy me sacan el cuarto molar, también conocido como muela del juicio, lo que me lleva a pensar que dentro de unas horas (a la 1 pm) entraré a un juzgado, no sé si quimérico por la anestesia, donde alguien, probablemente mi propio pensamiento, me juzgará al grado de hacerme reflexionar sobre mi vida hasta el momento, de otro modo no sé por qué la muela del juicio habría de llamarse así. No estoy seguro que todo juicio conlleve un dolor. Un juicio parece ser el vaticinio, el resultado, la opinión final o la sentencia con respecto a un planteamiento determinado, o sea, el juicio habla en nombre de la verdad, por eso ha de ser doloroso, por eso una muela que erupciona cuando todas sus demás hermanas lo han hecho ya y que las empuje al grado de mover toda la estructura dental resulta juez (que no juiciosa) porque nos confronta con la verdad: el dolor está en nosotros mismos. Nada más absurdo que lo que acabo de analizar, es cierto, sin embargo algo habrá de valioso en un futuro cuando el dolor se me pase y pueda ser un poco menos visceral a que en estos momentos sólo puedo pensar en las argucias del cirujano que hará dotes de todos sus recursos técnicos para extraer una muela que, ya lo he visto en la radiografía, no tiene espacio para salir, entre el tercer molar y el hueso que une las dos mandíbulas hay un espacio muy pequeño por donde no alcanza a erupcionar la muela.
Sin embargo pienso en mi hija: a ella le están saliendo todos los dientes de un jalón. Su falta de razonamiento, de conciencia, de educación, de cultura, la hacen una personita capaz de sentir tantas erupciones a la vez y seguir adelante en la experiencia de despertar cada día. Mi ortodoncista lo dijo muy bien: “imagina que a esta edad o de niños nos salieran los dientes... no lo soportaríamos, por eso salen cuando somos bebés, antes de cumplir el año”
Comparo estas dos situaciones. Entiendo que el dolor definitivamente es algo natural, humano, sin embargo, la forma en que lo manejamos es lo que es aprendido, razonado. Cuando somos niños y nos caemos, nuestros padres van corriendo a sobarnos y a preguntarnos si nos ha dolido. Obviamente nos ha dolido pero no lo relacionamos con que podemos tener dominio sobre el otro a través de ese dolor, aprendemos a decir que sí y que necesitamos una paleta, en la adolescencia lo cambiamos por una bolsa, un balón, de adultos por una pareja, de viejos por afecto, y así educaremos después a los hijos, los nietos, hasta a las mascotas, aunque difícilmente éstas caen en los mismos juegos: todas las perras que he tenido se han golpeado más de una vez y jamás se sientan a lamentarse o a sobarse o a pedir comida, incluso no se dejan acariciar en el lugar del golpe.
Quisiera comprender mejor mi razonamiento, mi lógica, sólo así podría llegar a una especie de antilógica o deslógica (un descentramiento de la razón) con el cual sentir dolor sin que se vuelva un acto determinante sobre mi rutina.
Lunes, al anochecer
Realmente no es doloroso, cierto, sin embargo hay mucho movimiento por parte del cirujano ya que tiene que irle encontrando la forma para poder extraer la muela lo mejor posible. Primero llegó la anestesia, tres piquetes sin previo aviso directo a los nervios de la encía. Luego llegó la introducción de la herramienta necesaria para poder sacar la muela. En menos de cinco minutos me la extrajo, el momento en que, pak!, salió, fue muy divertido para mí, de inmediato sentí cómo salió, la alcancé a ver de reojo, totalmente roja, enorme. Me enjuagué la boca. Tuve que presionar (morder) durante media hora una gasa que me dejó para que la sangre se coagulara y la herida se cerrara. No me hizo incisión. Tampoco me suturó debido a que estaba muy inflamada la zona y el cirujano prefirió dejarlo así, con mi mordida de 30 minutos. Tenía infección porque los restos de comida se fueron acumulando a lo largo de los días ya que ningún cepillo de dientes alcanza a llegar a esas zonas debido a lo inflamado. Las indicaciones fueron las de siempre. Además de tomar cada 12 horas medicamento y analgésico.
Miércoles por la tarde
Desde entonces ha habido anécdotas, ha habido fiebre, una mala noche, más dolor y lapsos donde estoy como si nada. Hubo un momento, al quitarme la gasa, que el dolor fue impresionante, al grado de no poder analizar qué hacer, todos mis sentidos se hicieron a un lado, el dolor era una especie de unidad, una especie de coyuntura entre algo superior y lo terrenal. Interesante, pues, lo que ocurre en el cenit del dolor. Se deja de ser uno. Se pasa a ser algo más allá de los sentidos, algo superior sin duda. Lo superior está más allá de conceptos como “bueno” o “negativo”, es sólo el momento de fuerza, donde una energía imposible de controlar hace que todo tu cuerpo sea más que un cuerpo. Difícil es explicarlo. Sólo sé que soy bastante sensible hasta en lo físico ya que fácilmente me duelen las heridas. Ésta experiencia me ha servido para eso, para entenderme, saber que soy así, y que más que gustarme o no, me hace reconocerme. Y eso nunca deja de ser bienvenido.
21 septiembre 2005
3 momentos 3
Escrito por
Alberto Espejel Sánchez
a las
1:30 p.m.
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9 comentarios:
Con tu post...no sé porqué recordé cuando sufría de cólicos, creo que es esos momentos el cuerpo simplemente no se dejaba vencer...seguía el dolor, pero no por eso yo dejaba de sonreír y pude conocer (no exagero) mi umbral del dolor, que (al parecer) es muy alto...
Saludos!
*Y si el miedo al dolor y el dolor en sí es algo aprendido culturalmente, claro está que también tiene que ver la sensibilidad en la piel (cuerpo) de la persona.
Pobre criatura. te deseo una recuperacion presta! A mi me las sacaron las 4 al mismo tiempo... supongo que fue mejor.
Nunca me e puesto a pensar en porque muela del juicio, pero sin lugar a duda a de ser doloroso, (que bueno que no lo pusiste en blanco como la vez pasada gracias XD)
Cuando nacemos no estamos conscientes del dolor, pero conforme pasan los años con lo explicas diferentes circunstancias, hacen florecer este medio de liberacion (si asi se podria llamar) ya que si lo controlaramos no seria necesrio.
Pasando a otra cosa y quiero que seas realmente honesto, es solo que no encontre otra person a quien formular esta pregunta...
Crees que mis poemas carecen se sentido artistico, que solo son falasias, esto por que recibi criticas no en el blog si no de alguien muy querido acerca de que carecian de metrica, en fin que me faltaba mucho (y no lo niego) pero tan malos son...
Ay pobre de ti.. que bueno que ya tomas tus analgésicos ja .
Es excelente que con esta experiencia te estás conociendo más pero aaa como que te salió caro no? jiji..
Ojalá te recuperes pronto y todo quede en el recuerdo de una gasa maldita jeje... Saludos!!
Espero que ya estés mejor, Alberto. Yo aún recuerdo cuando me sacaron esas muelas. Me las sacaron antes de que comenzaran a molestar a sus compañeras, por lo que fue una operación con mucho bisturí. Lo cómico fue que me paré del asiento como si nada, y cuando estaba a punto de salir de la consulta me tuve que agarrar de lo que fuera (en ese momento, mi mamá) para no desmayarme; luego vino el show para que me quedara en una camilla y la secretaria que iba, me miraba y decía "pero que pálida estás!! tremendas ojeras!!"
Te deseo una buena recuperación!
Ay chico, que tengo 4 cirugías en mi y las 4 han sido de esas graciosas muelas... todo estará bien y el dolor se irá.
Abrazos =)
¿¿Por qué tuve que leer lo que próximamente tendré que sufrir??
Ya me imaginaba algo así, pero ¿por qué taaan gráfico??
Tan gashas las meulas? Te nos muristes????
Guendi
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