22 febrero 2006

No puedo dejar de pensar en cómo ha transcurrido el último año. El 17 de febrero mi otro blog cumplió un año, hecho menor del que apenas me di cuenta ayer. Comenzó como una exploración del anacentrismo, actualmente es un espacio en blanco, un territorio sin frontera, o sea, un sitio sin concepto, cosa que se resuelve diciendo que es bLANCO, tan absoluto e indefinido como lo blanco.

Cuando abrí éste Diario del Ideario fue ante la necesidad de hablar de esos temas que toco recurrentemente (el amor, la familia, el hombre, lo psicológico en él, lo mental en él, contranálisis, símbolos, etc.) de la forma como suelo hablarlos, entre rebuscada y sencilla, y que no encontraban cabida en el
otro espacio, entonces pensé éste blog como una suerte de diario sin anécdotas personales. Con el tiempo he visto que de diario no tiene nada. Además, ya he perdido muchos lectores debido a que no he podido escribir con la frecuencia que tuve en el momento más alto de ésta historia.

Un año después de bLANCO (a.k.a. el juego de los intersticios) me veo frustrado por no poder escribir y leer con el ritmo deseado, me veo con una especie de rinitis y urticaria (próximo miércoles 8.30 am / estudios de laboratorio / ayunas / no aseo bucal) y un problema
en las muñecas que me hace traerlas bendadas de vez en cuando, nada que ver con cualquier otro año anterior en el que no me enfermaba ni visitaba consultorios (entre Claudia, mi hija y yo he contado 8 los últimos dos años (hace más de dos años no había conocido ni uno)), es ahí donde el archivo de este Diario del Ideario surge como un recuerdo de lo que también yo soy (YOSOY, qué hermosas y poderosas palabras): un tipo que no ve en la crisis la oportunidad del desmayo ni de la huida, que en ella ve el resurgimiento, y si es posible, la resignación de todo aquello alterado por las viejas costumbres negativas, esas telarañas presentes en el hombre que llenan de polvo e insatisfacción la mente.

La mente... conceptos polémicos sí los hay...

Quiero decir que hay una sequía grave a la cual hay que darle fin. Una de las primeras imágenes donde descubrí belleza y sentido en mi vida fue en la rehidratación: el hecho de dotar nuevamente de agua a aquello que la necesita para seguir viviendo... para seguir viviendo bien, habría que agregar.

Una vez un blog:
Así comenzó esta historia:
Y sigo sin saber por qué escribo aquí si el del cumpleaños es el
otro blog:

No hay códigos firmes. No existe la producción en masa. Ir a contracorriente no significa ser espectacular o tener actitud y aspecto marginal. Qué bien que ahí esté la burguesía y el capitalismo, la globalifobia y los artistas pobres quejumbrosos. A final de cuentas la libertad, el credo, el albedrío, la conciencia, el potencial, están siempre en otro lado, ese otro lado que acecha desde nosotros mismos.

Sí, las energías, el azar, la literatura, la publicidad, la astrología, el sexo, la poesía, las artes plásticas, el humor, la metafísica (sea la que sea, hay tantas, pobres...), la tecnología, las predisposiciones, la numerología, la historia, los broken-hearts, los fármacos, el éxodo que es haber nacido... a final de cuentas la libertad, el credo, el albedrío, la conciencia, el potencial, están siempre en otro lado, etc.

Es a través del pensamiento y las palabras que todo se puede acomodar siempre en beneficio de uno, siempre mirando hacia adentro, siempre con el párpado caído porque para mirar, lo que se dice mirar, hay que romper la mirada. Eso sea la revolución y la escritura sea uno de tantos juegos. Éste es el juego. Jueguen, palabras. Etc., dos puntos.

1 comentario:

Moni dijo...

Felicidades al blogcito por ese año =) año que nos ha dejado mucho a los que leemos lo que ahí se plasma... me perdí unos meses pero me cuento en el festejo...

Abrazos y besos para los tres =)