24 agosto 2005

Carta abierta


Jóvenes creadores: ya basta de ser tan huevones esperando recibir becas de todos lados y ser creativos para conseguir dinero por cuenta propia. El cliché del artista está devaluado pero da en el clavo: ser artista es ser marginal, odiar a los empresarios, fumar mota, parecer pintor, escritor o filósofo a través de la imagen, que a final de cuentas también es imprescindible (y fresas y burgueses y proles le entran al pacto visual). A final de cuentas el gran pintor termina siendo una mujer que estudió diseño gráfico y que trabaja en una revista mediocre, el buen escritor un universitario que sueña con ser el 9 de los pumas, el gran pensador otra mujer que le apuesta a comprender el mundo a través de la sátira, el humor y la reflexión. Ninguno sigue sentado metiendo proyectos esperando que el gobierno los mantenga, ninguno ha hecho de sus virtudes un centro, también saben ir al súper, lavar su ropa y enjuagarse el pelo. Recuerdo una anécdota de un amigo: una mañana en la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Guanajuato un estudiante de otro semestre le reclamó por llevar puesta una playera con la imagen del Che pero con la leyenda "Che Pillín" y con la boca pintada y la nariz roja prácticamente idéntico al, antiguamente, famoso payaso de televisión, le dijo que cómo se atrevía a ponerse una playera que insultaba de tal modo a tan notable héroe (léase: ícono pop). En manos como las de este tipo se encuentra el discurso falsamente legítimo del arte: escritores, estudiantes de artes plásticas, intelectuales, todos drogados y creyendo que el contacto estético es la tacha precisa, el churro bien hecho, y quejándose de modelos económicos, incapaces de saber aprovecharlos en beneficio de su tranquilidad y su espíritu artístico. Quisiera toparme en la oficina con algún ejecutivo de cuenta que se diga pintor, poeta, o de perdida lector de Macedonio Fernández y/o Fabrizio Mejía Madrid, yo le diría que como poeta sé de seguros. Y todos contentos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es cierto eso q dices de los artistas, se falsea con naturalidad los paisajes selváticos de la creación haciendo d ello refugios "idilicos", cuando esd selva. (lease becas o devaluadas dimensiones públicas)
la propagación del arte reside en lo transicional y NO en la mediacion representada por museos, galerias, dep.universitarios y críticos de dudosa independencia.