08 julio 2005

London calling


La coincidencia es amarga: justo cuando quiero darle otro enfoque a mi escritura en blogs nos ocurre ésta desquiciada noticia europea que pone a (literalmente) todo el mundo a cuestionarse por qué suceden éstos eventos y qué tanto interviene ésta deplorable ceguera occidental por parte de los grandes líderes de ésta parte moderna del globo.

Londres tuvo en dos días el peor juego de extremos posible: felicidad y unidad vs miedo y muerte, primero por recibir la noticia de ser sede de juegos olímpicos, segundo por las cuatro explosiones que se sucedieron una tras otra en menos de una hora en la zona financiera de la ciudad por ahí de las 9 de la mañana. Luego vendrían los muertos, los heridos, la vuelta al mundo de la noticia, el miedo global y la falta de autocrítica y conciencia: sí, los malditos orientales, pero también, no faltará quien por allá piense en nosotros, los malditos occidentales. Cómo pedir que alguien que está siendo despojado de su territorio no se defienda con todas las uñas. Hay aquí un claro ejemplo de tolerancia occidental que al parecer se viene repitiendo cíclicamente desde hace tanto... Sí, Londres duele, pero impacta mucho más por el hecho de ser la gran Europa, la madre Europa, sin embargo en Asia y África es cosa de todos los días, es un territorio devastado, y eso también es motivo de desilusión.

Entonces la pregunta acertada es ¿cómo retomar los ánimos para la discusión, para la comprensión de los hechos locales como televisión, bloguerismo, literatura, oficina? La sensación de vacío es muy fuerte, la ligación entre el 11M y el tsunami (se ligan éstas tres por ser un contacto con la muerte colectiva (podría ligarse el Live8 también, entonces serían cuatro)) es inevitable, todas ellas han sido noticias de escándalo y suspiro, han sido de esas crisis que podrían llevarnos a conciencias precisas que tiendan la vista hacia el bienestar de cada uno, sin embargo los medios han hecho de ella un simple recuento de crueldades, socialmente no se percibe una reflexión al respecto, da la impresión que sólo quedan en malas noticias y no en oportunidades de cambio.

Creo que a través del humor, la poesía, la esperanza, la autocrítica es como podemos retomar el camino de la localía, de lo cercano, de lo que ya veníamos planeando. No se trata de ser indiferentes ante noticias así, se trata de comprenderlas y aprovecharlas para estar mejor cada día. La libertad, el amor, la felicidad, son conceptos que se tachan de cursis o se tachan de imposibles y no es así, no son en absoluto lejanos. Asia y África tampoco estarán lejos entonces.

1 comentario:

Guendi dijo...

Hola Carlos! Gracias por visitarme. Ya te voy a agregar, porque te me pierdes.. cual de tus blogs es mejor que agregue como generico?
Es cierto lo que escribes. Ahora me pregunto a donde vamos. Violencia lleva a mas violencia. No puedo evitar sentir un poquito de miedo... no me gustan las sorpresas, menos de este tipo.